... mi corazón cálido por el sol de tan acentuada y dulce pasión, siempre te busca amorosamente en todos confines de los mares y de la tierra, en  esos sublimes momentos a través de los cuales mi febril devoción en perpetuo frenesí te anhela, princesa tan mía, mujer muy dulce, mujer tan bella, ... eres lo mágico y radiante que caracteriza en el cielo de la noche al conjunto de todos los luceros y las estrellas.

milmayos