Canto de amor en su forma sencilla y pura

Mujer:

Hago este canto de amor en su forma sencilla y pura, para la mujer que me regala su explicitud y toda su ternura.

Es un canto con tallados versos en prosa, como el manto formidablemente elegante y afable de todas las rosas.

Hecho para la excelsa y fascinante mujer que me da toda la felicidad, y que nunca jamás la dejaré de amar.

Es un canto pincelado con versos en prosa, que exaltan tu belleza encomiable, regia, amable y primorosa.

Lo hago con el corazón para celebrar tu naturaleza, tan plena de bondad, besos, sueños y fortalezas.

Eres un canto de amor inmenso y de gentil actitud, eres parte de mi mundo, de mis versos y de su plenitud.

Siempre una ofrenda de amor haré para ti, sembrando geranios y tallando bondades de un esplendido rubí.

Princesa mía, mujer fascinante de topacios y de virtud, juntos estaremos, en un edén de inolvidable excelsitud.

Tuyo,

Milmayos

El amor es poesía

Noche de amor por escribir

Mujer:

En tu hermosa mirada hay una noche de amor por escribir, en tu nobleza perfumada por los lirios y en tus gestos están los pétalos de las rosas deslizándose por escalas musicales de ignotos geranios mecidos en el romanticismo emocionado que emana como sinfonía inigualable tu fiel y amoroso corazón.

En tus pasos serenos surgen las espléndidas instancias del vuelo de mariposas arrulladas por el florilegio de los más dulces versos, fragantes odas dichosas entre los dos, como el ave de una serenata que no interrumpe por nada del mundo el inigualable arpegio motivado por el idilio nunca truncado de nuestra unión.

Presencia de la luna que magnetiza la esencia rítmica de nuestros besos que se unen y se desunen avivando la flama ardiente de la mejor pasión, en los asentamientos florecidos, para siempre bendecidos por la brisa y el polen inextinguible que hace inmensa la belleza que se guarda en cada latido de una inmarchitable ambrosía en el concierto infinito de una inolvidable serenata convertida en canción.

Tuyo,

Milmayos

El amor es poesía

Letanía de inmarchitable clamor

Mujer:

Te amo siempre con lo mejor del corazón junto a la más eterna, hermosa e inacabable expresión de la pasión. Te amo con un fervor expresado como una muy invicta flama, una virtud amorosa inmersa en cada instante de tu ennoblecido Ser, que más que amor, es y será frenesí.

Te llevo dentro de mí, como dulce brasa inmersa en la ternura, en la gentileza y la emoción, como una especie de letanía de inmarchitable clamor. Mujer de las esplendidas rosas, para ti es mi candor, mujer de engalanadas miradas y de las flores amables y perfumadas de jazmín.
Tuyo,
Milmayos

El amor es poesía

El amor no está muerto

Mujer:

Quisiera darte un beso sobre tu piel inmarchitable hecha de mandarinas y de muy dulces cerezos, para que sepa desde siempre lo loable que es, mi gran amor inmenso, de las obras que se pincelan con el sentir de mi Ser, el cual proclama por todos los aires; "El amor no está muerto".
Quisiera cantando expresar la dicha de amarte, darte todos los besos de mi amor apasionado, para que te sientas correspondida por la gloria de saber que siempre triunfa lo mejor del corazón, que es la realización más grande, poderosa y extensa, como lo es, también, en su magnitud amorosa y eternamente sideral, el infinito azul del cielo.
Tuyo,
Milmayos 

                                                                  El amor es poesía

En el día del amor

Mujer, en el día del amor:

Nada es tan gentil y tan hermoso en nuestro mundo terrenal,
ni siquiera una aurora boreal, ni las frutas dulces de Ypacaraí,
nada tiene ese sabor a ti, ni las delicias de los oasis de Tahití,
nada, ni siquiera la alborada más llena de rocío de la mañana.

Ni los rayos del sol que se asoman alegres en cada ventana.
Nada canta sentidamente los primores de vida, como solo tú
y ni el turpial, ni los sinsontes, ni las alondras de Kazajistán,
Nada tiene el apacible, grato y majestuoso brillo de tu mirada.

Ni las gaviotas en los eternos litorales de las islas tropicales,
nada moviliza el azul afable de los mares, como lo haces tú,
ni las ruecas del futuro, ni el paso de la brisa por Salamanca,
nada, es tan dulce como tu afán, de cantarle odas al mundo,
ni siquiera el soñar amarte con apasionado ahínco profundo.
Tuyo,
Milmayos 

                                                   El amor es poesía

En mi pasión y en mi mente

Nadie promueve en mi Ser tanta delicia, nadie procura tanto la realización de mis sueños, como lo hace la serena voz de su espléndida presencia, mujer tan insustituible. También yo diligencio atentamente los suyos, para verla en todo momentos muy, muy feliz.

Siempre vives en mi pasión y en mi mente, cuando sé de ti, un cumulo de interminables suspiros brotan del manantial de mi alma, Tu muy hermoso y afable Ser, siempre a mi lado quisiera, forjando juntos un hermoso idilio, muy amoroso e interminable.

Haremos lo que soñamos, labrar en todo momento, un apacible y cariñoso hogar junto a un jardín de rosas, siempre, siempre como en un sueño de amor, hecho realidad, entre alboradas, lunas, soles y fuentes, siempre un dulce edén construido tan románticamente.

Tuyo,

Milmayos

                                                                          El amor es poesía