Nadie
promueve en mi Ser tanta delicia, nadie procura tanto la realización de mis
sueños, como lo hace la serena voz de su espléndida presencia, mujer tan
insustituible. También yo diligencio atentamente los suyos, para verla en todo
momentos muy, muy feliz.
Siempre
vives en mi pasión y en mi mente, cuando sé de ti, un cumulo de interminables
suspiros brotan del manantial de mi alma, Tu muy hermoso y afable Ser, siempre
a mi lado quisiera, forjando juntos un hermoso idilio, muy amoroso e
interminable.
Haremos
lo que soñamos, labrar en todo momento, un apacible y cariñoso hogar junto a un
jardín de rosas, siempre, siempre como en un sueño de amor, hecho realidad,
entre alboradas, lunas, soles y fuentes, siempre un dulce edén construido tan románticamente.
Tuyo,
Milmayos
Romanticismo a flor de piel.
ResponderEliminarPreciosos versos donde el amor se hace presente.
Solo tu mi querido poeta del amor Milmayos tienes ese don de trasmitirlo en tu poesía.