LA POESÍA COMO ESTRATEGIA DIDÁCTICA PARA LA FORMACIÓN DE VALORES DE CONVIVENCIA Y SOLIDARIDAD EN LA II ETAPA DE EDUCACIÓN BÁSICA



 LA POESÍA COMO ESTRATEGIA DIDÁCTICA PARA LA FORMACIÓN DE VALORES DE  CONVIVENCIA Y SOLIDARIDAD EN LA II ETAPA DE EDUCACIÓN BÁSICA
 Trabajo presentado por el licenciado William Manzanilla como requisito parcial para optar al Grado de Especialista en Educación. Mención Educación Básica
CONCLUSIONES
La poesía, a pesar del valor literario que tiene en si misma, es una excelente herramienta didáctica para formar los valores que necesitan los niños/as para aprender a convivir en una sociedad democrática teniendo como norte la cooperación, la solidaridad, la tolerancia y el compromiso social, se justifica su uso como una excelente estrategia ya que ella para los niños/as al igual que la ternura, la espontaneidad, la curiosidad, la imaginación, la fantasía, el deseo de conocer el mundo que le rodea, y el sentido crítico; es una actitud hacia la vida.
Actitud que, a pesar de ser atacada certeramente por un proceso de socialización concebido ideológicamente para  convertir estos seres en miembros sumisos de una sociedad de consumos ávida de ocultar los principales valores humanos y de mantener aquellos antivalores que ayuden a perpetuarla, debe ser, por tanto, alimentada en la escuela para preservar y si se quiere mejorar la sensibilidad y convivencia social a fin de salvaguardar la solidaridad y la civilidad entre todos lo miembros de una comunidad. 
Los medios de comunicación con sus contenidos habituales,  excesivamente cargados de violencia  distorsionan el sentido ético del niño. La falta de conciencia, la disgregación de los valores y el relativismo moral, el culto a la fuerza bruta y el super hombrismo, la habituación a la crueldad y la violencia, la formación de hábitos de inseguridad ante los dramas y el sufrimiento ajenos y el triunfo de la ideologías hedonistas e individualista basta con asomarse con ojos críticos unos minutos a la televisión comercial venezolana para darse cuenta de esa realidad que tiene como auditorio a toda hora a niños, adolescentes y adultos. Se podría hablar de una sobre ideologización, ya que hay una sobre exposición de ese medio ante un público que consciente o no atrapa sin cesar todos estos nefastos elementos que destruyen su capacidad de convivencia humana y pacifica y le propina un exilio casi total a su solidaridad humana.      
Para hablar de formación de valores se debe partir de su comprensión conceptual ya que los valores no se pueden ver como objetos independientes del sujeto que valora; sino, más bien el fruto de esa interrelación dialéctica, la cual sirve de base para que a partir de ella la persona cree un concepto que guía su conducta y se convierta en su timón que lo dirige a determinadas direcciones, esa guía tiene un ingrediente afectivo y valorativo según la persona o clase social. Gracia al afecto y a la valoración ligada al deseo y no a la lógica es lo que puede llevar a una persona a actuar de una manera o no.
A partir de la concepciones teóricas de Prieto Figueroa, Samayoa, Bellos Porras entre otros se elabora una definición de valores en lo que se destaca la interrelación del sujeto que valora y del objeto valorado y su implicación con la formación en valores, la cual debe tener en cuenta la necesidad de que los sujetos participen en experiencias colectivas cada vez más frecuentes  con la posibilidad de generar pauta de convivencia cada vez más enriquecida por la afectividad, la sensibilidad y el amor propio y hacia los demás.
Ensanchando su visión del mundo hacia uno totalmente humanista permitiéndole expresarse y actuar en forma cada vez  menos egoísta y cada vez más desprendido y abierto. Con preocupación por el prójimo, la comunidad y el ambiente,  apegado al sentimiento de hermandad y al reencuentro con la forma de vivir de las comunidades ancestrales tan distantes del consumismo y la individualidad.  Los valores entran en la escena escolar como un elemento fundamental para conseguir unos de los fines de la educación, como lo es el promover un hombre que mejore su ser, afiance y desarrolle su hacer, se entusiasme y motive por conocer y que sea capaz de convivir solidariamente con sus conciudadanos.
La crisis moral justifica la presencia del eje transversal valores en el Diseño Curricular del Nivel de Educación Básica, La educación en valores debe promover cambios significativos que conduzcan a la formación de educandos  capaces de desenvolverse en una sociedad pluralista en la que pueda, de una manera crítica, practicar como norma de vida la libertad, la tolerancia, la solidaridad, la honestidad, la justicia, el respeto a los derechos humanos y a los valores que de ellos se desprenden.
De allí la necesidad de formar valores, pues todas las personas debería conocer su naturaleza y aprender a seguirlo no ciegamente pero si con la conciencia y la disposición de llevar una vida comprometida con un ideal colectivo de armonía, cooperación y participación, saber cuando debe desaprender de los antivalores que ahogan al ser humano en el egoísmo, la desidia, la apatía y el rencor.
Los ejes transversales constituyen en fundamentos básicos para la práctica pedagógica integra las dimensiones del ser, el saber y el hacer a través de los contenidos actitudinales, conceptuales y procedimentales presentes en todas las áreas del currículo. Con la formación de un hombre que sea capaz de aprender a ser, que sea cada día más humano; que sea capaz de aprender a hacer que ponga en actividad su mente y sus manos y capaz de aprender a conocer que esté dispuesto a adquirir el conocimiento, procesarlo y transformarlo permitiendo un desarrollo integral en cada alumno permitiéndole convivir en una sociedad más justa y más democrática.
Los valores, al igual que el lenguaje, el desarrollo del pensamiento, el trabajo y el ambiente entran en la escena escolar, como eje transversales, como un elemento fundamental para conseguir unos de los fines de la educación que busca, como lo es el promover un hombre que mejore su ser, afiance y desarrolle su hacer, se entusiasme y motive por conocer y que sea capaz de convivir solidariamente con sus conciudadanos. 
La poesía debe concebirse como un despertar de la sensibilidad y creatividad para comprender y expresar el mundo en su belleza, cambio y desarrollo, es promotora, además, de cambios en el estudiante que lo encamina a la consolidación de una personalidad cada vez más comprometida con las necesidades sociales, pues esta sensibilizado lo suficiente para buscarle soluciones pues entiende que es su corresponsabilidad que papá Estado no debería necesariamente ser el único que tiene que resarcir los entuertos de una comunidad.
Un niño sensibilizado por la poesía abraza la causa del colectivo como si fuera suya, le duele  la injusticia, es participa en la lectura se hace amigo de la palabra pues esta atento de descubrirla y de hacerla suya de incluirla en su discurso y la forma como intenta descifrar el mundo que le rodea. Está siempre motivado a incorporarse con ahínco  en las actividades le proponen del aula de clase si sabe que puede ser solidario y atento a contribuir con ella, desarrolla el sentido de pertenecía que a la postre va a convertirlo en un ciudadano capaz de vivir en una sociedad más justa y democrática
También, se debe sustituir la idea de que el discurso lírico lo cultivan los que nacen con ciertas disposiciones o dones naturales, y hasta sobrenaturales, de inspiración y profundidad única. Una inspiración tan exaltada que posee un  camino muy corto con el cielo o con la inmortalidad, Una profundidad que usa vestidura decimonónica, toda ese seudo-concepto de lo que es la poética puede ser sincerada con una visión más real y sencilla de lo que es realmente la poesía.
Un maestro sino cambia esa actitud se convierte sin saberlo en castrador por excelencia de la disposición natural que poseen los niños hacia la poesía, ellos no tienen que recorrer un camino hacia ella ellos ya están en ella, ellos se expresan de mil formas poéticas, el maestro le corrige y le hacen pensar con la razón por ejemplo el mar lo han visto de muchos colores, recuerdan que se pone rojo cuando en algunas tardes el sol se oculta en el horizonte, y el maestro le  inculca que el mar es azul.
En la poesía, la lógica racional es un contrasentido, la poesía  no es conceptuación, sino principalmente vivencia emotiva, sometida a un especial proceso de elaboración artística. No puede ser un padre o una madre,  mucho menos un maestro, el personaje castrador del libro “El principito” de Saint-Exupery un adulto que cuando un niño le muestra su obra maestra con un significado muy especial para él como lo era el dibujo de un elefante que se hallaba dentro de una boa, ya que éste se lo había tragado, el personaje castrador que podríamos llamar el “mata-imaginación” solo ve un simple y vulgar sombrero y así, sin sutilezas,  se lo hace saber, destruyendo en el infante en gran medida su sueño de ser dibujante.
Eso es lo que ocurre muy a diario porque existe una brecha entre adulto y niños en cuanto a la sensibilidad. La sensibilidad desarrollada, ágil y abierta de los niños que está poco conectada con la sensibilidad con pie de plomo y prejuiciado de los adultos.  La poesía por su propia naturaleza no conoce la lógica o por lo menos no cuadra con ella, ya que nace de la subjetividad, propiedad del que la escribe, específicamente nace libre desde la cantera de su mundo interior, esto no quiere decir que la poesía en cuestión deba perderse totalmente en una abstracción incomprensible  o un subrrealismo sin comienzo ni final, para que la poesía pueda entrar en el escenario educativo debe ser esencialmente humana y aleccionadora que  coadyuve al logro de los fines más caros de la Educación.
Por otro lado, no debe haber poesía educativa, didáctica o moralizante porque la poesía Per se, es una producción artística la cual tiene su propia esencia, pero que si se puede ponerse en función de un loable propósito como lo es educar. “No es claridad del entendimiento sino verdad del sentimiento”, su influencia en el esfuerzo creativo no tiene medición, porque estimula la imaginación, desarrolla el sentido de la forma y acucia la mente en la selección de la mejor frase, de la palabra precisa para expresar bien el pensar y sentir.  
Para terminar,  la escuela, a pesar de que los niños/as poseen una disposición infantil casi natural o innata hacia la poesía, en la parte pedagógica, es poco lo que se hace para alimentarla y difundirla, sin embargo ese panorama puede comenzar a cambiar, si ser transforma la tradicional concepción curricular del docente por una que sea sustentada en el humanismo y que tenga una visión social de la importancia de su papel en la transformación de la sociedad.

                           Autor William Manzanilla   (MILMAYOS)




Video bajado del youtube sobre ¿qué es la poesía?