viernes, 3 de septiembre de 2010

Reflexión: ¿el amor de pareja debe ser real o platónico?


Ayer mientras chateaba con Mary, una amiga de 20 años de edad, estudiante universitaria, me preguntó:

¿el amor de pareja debe ser real o platónico?

Copie la reflexión tal cual se la escribí, para no peder su esencia y su ciencia, léanla y me gustaría su comentario para mejorar mi punto de vista.

william manz dice:
Las dos cosas son buenas en el amor de pareja no conviene separarlas, sino integrarlas.
Cierta dosis de platonismo es bueno
pues da espacio para la poesía, la imaginación y la ternura.
Cuando hay demasiado “realismo” y “objetivismo” el amor así, destierra la magia, la enjaula. Hasta la bella dignidad de la caricia ocurrente y traviesa desaparece, queda desamparada por tanta y tanta “cosas empíricas”. Pobre de ese amor esclavizado y sometido a la acción y al pragmatismo del ir y venir en la dinámica que nos imprime, a juro, una sociedad sustentada en el amor desmedido al capital eso trastorna severamente la vida común y silvestre.
Por eso nunca dejaré, yo en lo particular, de amar platónicamente a una mujer pero con amor que integra en una unidad lo diverso, en la práctica y en la mágica ternura de los besos que en caravana conquisten la piel de una mujer con la miel de mil y un abrazos cálidos y dulces a la vez.
amiga, las dos cosas son buenas, vuelvo a repetírtelo.
Dos cosas como si fueran una sola
porque dividir, por ejemplo nuestro inmenso e infinito cerebro
pues podemos ser
intuitivos y también lógicos
podemos hacer poesía, pero también la prosa.
podemos integrar eso dos hemisferios del cerebro: el izquierdo y el derecho.
la noche y el día,
el yam y el yin
podemos integrar lo que es desigual en una unidad.
Integrar dentro de la tradición del mejor humanismo lo musulmán con lo católico y viceversa, por decir algo; si unimos lo dulce con lo salado, - que cuando lo mezclamos sale la salsa agridulce que es tan deliciosa con el arroz chino -.
Una avena es dulce pero si le echas su toque de sal queda más sabrosa.
Tú conoces la felicidad gracias a la tristeza,
distingues, la claridad gracias a la oscuridad; lo de dulce distingues a lo amargo, el amor gracias al odio. La belleza gracias a la fealdad, la solidaridad gracias al egoísmo.
La unidad de lo diverso es un principio que rige las nuevas leyes de la mecánica cuánticas de nuestro hermoso y complejo universo y está presentes hasta en las bella y simple cosas de universo todo inmerso en la corriente eterna de luz, que es el amor.

24 de mayo de 2010 a las 8:40 pm

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