Linda mujer de ambientalistas posturas, aprincesada en tus vertientes. Tú importancia en mí es una inmensa cordillera donde la intuición murmura su creación y cuenta su historia recreada por la paz de sus cimientes; eres una bella rosa roja en la extensión del vientre de los nardos y las azucenas, eres de cielo y de frutas; suscribes, sin saberlo, eternamente pactos implícitos de inmensidad con la naturaleza gracias a tí, siempre floreciente.

Linda mujer  que vives condecorada por mis ansías, eres mi muy dulce amada, mis besos te hilvanan a mí, vehementemente;  con la mejor devoción recito versos dedicados con filigrana a tu nombre de orfebrería labrada en el horno incansable del amor que habita mi corazón y confeccionado de claros destellos de luz nacida de la fragua melífera del manantial de uvas que salpican su nectar fresco en este eterno suspirar por tí, el cual vive en mi memoria y en mi mente, desde mis poemas adolescente, inmortal odalisca de un amanecer resplandeciente.

                                                                                                             milmayos