martes, 10 de mayo de 2022

En el prado ensimismado de tu mirada.



Mujer:
Eres de esos poemas que nunca se marchitan que viven eternos por su vital esencia y por el perfume imperecedero de la brisa. Vivo complacido con la noble majestad de tu presencia, la belleza del mundo late inmensa en el manantial de tu sonrisa.

Gracias amor por existir en tu voz perdura toda la belleza y la filigrana acicalada de este mundo. Así lo percibe este corazón afable, denodado nacido siempre del amor más profundo.

Eres el afán predilecto de mis anhelos, amada muy bella yo demasiado te amo, amarte mucho a cada momento yo quiero. Te deseo siempre todo lo mejor. Estás a plenitud en mi existencia y en el más dulce remanso de sol.

Dios bendiga todo tu esplendor. Quiero oír siempre las expresiones sublimes de tu hermosa e inolvidable voz, cuando hablas lo haces con la parte más hermosa y ennoblecida de la alborada que tanto refulge en tu alma y en el prado ensimismado de tu mirada.

Nadie es el rubí que tú eres. Siempre mi Ser te extraña y con renovado ahínco te extraña, que por ti son tan linda, en su conmovedor fulgor y en su cielo romántico el ajuar constelado de todas las estrellas.

Juntos caminamos parques, plazas y jardines tomados de la manos. Caminamos muy dulcemente cada instancia de la vida acompañados por el fervor idílico, el deleite sincero y la frescura del cantar que enarbolan los cielos.

Eres siempre de los hermosos poemas que yo nunca olvido, esos que poseen la fluidez, la permanencia y la exuberante belleza de los ríos. Vives en lo eterno y puro de mi corazón sincero, vives así por qué yo a ti te anhelo, te amo y te quiero.
Siempre,
Milmayos
Derechos Reservados
2022
Venezuela
                                                                 El amor es poesía

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