Los versos de un enamorado poema

Amor, si supieras de los mil y un suspiros nacidos tan espontáneos desde nuestro corazón, siempre tan compenetrado con lo tórrido de este dulce fuego de los dos, nutridos por la unión más grande que se haya dado alguna vez, suspiros nacidos como luciérnagas en la más cálida, callada y hermosas de las noches. suspiros testigos de la inmensidad y la infinitud de este amor que nos consume a los dos, suspiros que se dieron, que se dan y por toda la vida se darán emanados del más empecinado sentimiento fruto del fuego inextinguible de este romántico idilio de la más sublime estirpe del amor.

Suspiros fulgor de una esencia amorosa que no merma ni languidece su corporeidad a pesar del paso acelerado del tiempo, efluvios de un tórrido amor que por y para ti irrevocables han crecidos, en cada razón, en cada motivo, en cada sensibilidad, en cada inocente niño o niña que tus ojos vean, en cada poeta que sus versos profundos te relean y en cada rayo de sol espléndido que por tu amplia hermosura se esmera, ...

Suspiros, motivos que en conjunto con muy esperanzada luz y sin aspavientos su apego al verdadero amor plantean, toda la felicidad y la vehemencia amorosa como si fuera un legado para la paz de la humanidad entera, ... mujer, siempre por tus encantos, convertidos en los versos de un enamorado poema han sido, son y serán estos latidos del más hondo y esplendido lirismo y de la más enamorada pasión que con sutil paciencia te espera.

MILMAYOS