Ayer, un soplo intenso de vida , soñé ....

Ayer soñe, un soplo intenso de vida: una luna declamando amores, en medio de un festival para observar extasiado los elementos de la naturaleza en su grandeza y esplendor más expresiva, en cuya loable actitud se iban arquitectando alegres, coloreadas y sensuales prados todos enmarcados con la belleza de las flores, hermosos escenarios para el mejor amor sublime y existencial

En ese sueño florecido de virtudes románticas, tú estabas tan cerca de mi corazón movido por la pasión latiente, desde donde un manantial de caricias afables y apasionadas para tí te producían más y más motivos para celebrar tu bendecida felicidad.

Tú, maravillosa, extraías, fuerza y vida de los signos que el cielo pincelaba en sus celestes entrañas desde la cual renacían una y otra vez la suavidad de las uvas y la gloria de los embellecidos nardos que enriquecían tu belleza. 

Todo allí te protegía con excesiva ternura cruzando todo tu agradable candor en medio de la alegría que destellaba tu postura cálida como hecha de rayos de sol y de fresca brisa de dulce resplandor que se entrelazaba con las notas musicales del piano que Richard Claydernan legó con entusiasmo a ese único lugar.

Efluvios de un amor más allá del espacio y del tiempo junto a la romántica aurora formada por el agua mineral que usas para acicalar tu cuerpo y majestad, dentro de tan imponente paisaje y otras cosas sutiles, que a través de la espesa y callada noche, olvide.

… pero que aún quedan latente en este mi corazón encendido y que ya no se oculta en el lado oculto de la luna que, sin ti, se holocausta eternamente, como siempre, declamando amores.

                                                                                                                                 

                                Milmayos