ya solo en el desafío me perdí,
llegue tarde,
ya las horas no estaban
ni siquiera sus cuánticos segundos,
los recuerdos desfilaron su partida
nadie quiso esperarme
ni el espacio me esperó
se alzó con sus
filosófica
determinaciones y se fue,
dejando olvidara
las del mismo Einstein,
pero al rato vino por ella.
Llegué tarde y ni siquiera
la tarde encontré,
ya todo, sin saberlo antes,
se despidió de mi
ya ni mi "yo" que siempre
me aguardaba estaba
se había ido,
en algún andén
de viaje, hubo partido.
milmayos
Excelente....con tu pluma de escritor hiciste lo que un escultor...esto es lo que ocurre cuando sentimos la ausencia de alguien muy querido y se ha hido, es como tu lo expresas en tu escrito... es un GRAN VACIO , sientes una NADA.
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