Madre:
Eres
lo hermoso y puro, lo noble y lo eternamente primordial, tú en mi vida vives y
vivirás en un poético y sensible pedestal. A tí madre querida, dulce, atenta e
inmortal en este hermoso domingo, yo te quiero homenajear. A tí toda la vida,
mientras viva, mientras mi corazón este latiendo, no te voy a olvidar. Eres lo
que Dios ha hermosamente creado, estás en mi vida, floreciendo siempre, justo a
mi lado, iluminando mi camino, siempre imborrable vives en mí, con todos tus
esmeros, siempre con tu infinito amor, gracias a ello, hoy vivo muy agradecido,
proactivo y feliz, por todo el amor que siempre me enseñaste a sentir y para
siempre a prodigar.
Tuyo,
MILMAYOS
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