Te
amo mujer, eres la exacta belleza de un poema, la plenitud de su plañidera
estirpe, la inquietud de su gentilicio sentimental, eres de una exuberante presencia
indeclinable y tropical, eres principio sin final de la mágica y romántica
naturaleza sensible a la nobleza y el arte de vivir toda una vida muy feliz y
consagrada al amor verdadero y eterno.
Esa
eres tú en mí, mujer inmarchitablemente hermosa, la magnitud inconmensurable de
todos los mejores besos, la infinitud y el embeleso cuando vivimos en el amor
inmerso, esa eres irremisiblemente tú: El único, el mágico y el siempre
surtidor universo inspirador de todas mis poesías, mi pasión, mis acuerdos con la
paz y mis versos.
MILMAYOS
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