hermosa escultura.

   ... y sucedió que una noche recitando odas en los próceres en Caracas capital de Venezuela, entre un grupo de jóvenes amantes de la poesía romántica; aconteció que, precisamente, desde el mármol de la cara de una de las estatuas cercana al lugar en el cual declamaba,  vimos como rodó una lágrima sobre la mejilla inerte de la hermosa escultura, yo la ví y la vieron algunos de los presentes y se sorprendieron,  pero después de la magia de la recitación de esa hermosa noche, en la cruda realidad del otro día cambiaron de opinión y concluyeron que cualquier cosa rodó por esa mejilla menos una lágrima,  pero en mi queda la certeza secreta de que si fue cierto, pues también en mi una lágrima como esa, en esos mágicos momentos,  brotaba.
                                                                                     milmayos

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