Amada
mía:
Sé
que este momento en el que te escribo, debes estar dormida, reponiendo tus
nobles energías, mientras con sumo amor quiero expresarte para cuando
despiertes, que mis palabras, las que siempre lees en mis poemas o escuchas te
pronuncian tan solo con la sublime voz del amor, tu nombre es la sal y potestad
de mi luchas y de mi honor.
Tu
excelso rostro, además, vive pleno en mi jardín en la más perfumada rosa y en
la más invencible flor, nada te suspira tan hondamente como lo hace en suave
brisa acompasada la armonía melodiosa de mi enamorado corazón, sin ti no hay
nardos, preludios, ni colibríes que le canten en una hermosa exaltación a la
vida la pureza indescriptible del más profundo amor ...
Muy
tuyo para siempre
MILMAYOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario
... tu comentario vale un mundo para mí.