Para mi hijo amado en
su décimo segundo aniversario de hermosa y dichosa existencia:
En estos días ves y
oyes en los noticieros
que los conflictos y
los odios
llueven sin mojarnos
aún
aguaceros sobre
nuestras vidas
pero hijo no te
asustes,
recuerda siempre mis
palabras:
"El diálogo, las
flores, el sol,
los valores humanos y
los colores
disminuyen la
intensidad de tanta ira inútil,
si uno lo quiere, si
crees en el amor,
como cuando en la
escuela
con el borrador del
lápiz,
eliminas los rayones y
marañas de tus hojas".
y más aún no olvides,
¡Qué todo lo bueno
existe,
la felicidad y el amor
existen,
no la hace la burla,
la calumnia, las
emociones negativas
ni el mal chiste,
la paz y la generosidad
existe!!!
La fe con bella
esperanza, hijo mío, me murmura el mensaje
que descansa con la
brisa:
"En tu cumpleaños
al igual que cada bello día,
nada me alegra tanto el
corazón, como tu realización plena como ser humano y tu sonrisa"
Milmayos