La mejor Educación en Valores, por Milmayos

       Los valores son principios que rigen la buena actitud de los seres humanos y se traduce entre otras forma de manifestarse en la expresión de su interioridad en la realidad o entorno. Los valores nos guían por el curso de la vida, así como lo hace la carta de navegación de un navegante, sin esa orientación se perdería en el océano y después de andar y desandar  puede que regresara al mismo punto de partida, en la vida de sociedad ocurre lo mismo sin una serie de principios o normas, se viviría a merced de los instintos e intereses propios, llegando a convertirse la vida social en un gran caos,  una especie de todos contra todos. Ya que todos querrían imponer los suyos. En consecuencia si hubiera alguna ley la impondría el más fuerte

De allí, la importancia que tiene la formación en valores para los seres que se educan como ciudadanos. Por tal razón, se recurre a la Educación ya que a través de ella, se le puede dar continuidad a la vida social, no solo para mantenerla sino para mejorarla, aspirando a la felicidad humana, como el logro ideal de la realización de las personas,  ya que la felicidad no solo es un derecho de los ciudadanos, sino también un deber, pues el que no es feliz, es  alguien que siempre va a estar tratando de que otras personas no lo sean.

        Por lo tanto, en la educación de valores existe un sin número de formas o medios de practicarla,  desde la educación meramente racionalista hasta la educación de tipo laizzer faire, algunas de estas teorías les otorgan preeminencia a la imposición, la transmisión, el entrenamiento, la enseñanza o a la vivencia de los valores, por parte de los educandos.  Para (Maturana 2000,12) no hay que enseñarlos, sino más bien, hay que vivirlos. Idealmente, no se debería enfocar la enseñanza en hablar solamente de valores, sino simplemente de vivirlos y testimoniarlos.”

La perfecta realidad de la educación es la que coloca a  los valores no ajenos al mundo que de los estudiantes. La educación de ellos y hasta de los hijos se da porque en definitiva se quiere que sean felices. Educar valores es un acto de amor, la felicidad está en la armonía del vivir con un sentido en el respeto por sí mismo y por el otro.

Se trata, mantiene (Maturana 2000,13) de crear espacio para la felicidad, para la realización mutua, en el respeto y la colaboración. Esa deberá ser la tarea más importante de la educación: crear convivencia en la confianza, vivir los valores, y hablar de ellos cuando sea estrictamente necesario. En el acto de respeto al educando tomando en cuenta su historia, los rasgo de su personalidad. La educación, por su parte, debe descubrir la forma de hacerla vivir en ellos; una forma es descubriendo sus propias historias, una historia en cada uno de los estudiantes que es preciso respetar y promover.”

Como lo plantea Savater, (1997, 11) “la educación es sin duda el más humano y humanizador de todos” si se desea educar valores ciudadanos se parte de la elección de los que  mejor pueden apuntalar la naturaleza humana de la ciudadanía que se quiere formar: el respeto por la vida, la libertad, la solidaridad, la convivencia, la honestidad, la identidad nacional, la perseverancia, los cuales entre otros fines sustentan las bases de una ciudadanía que convoca la mancomunidad de todos los esfuerzos en un acuerdo que gracias a la comunicación, el diálogo y el intercambio de saberes propicien un nuevo contrato social basado en la paz de una convivencia humana que beneficie por igual a todos.

La ciudadanía, para Marco (2002) citado por Fernández, 2008, 65) lleva a los estudiantes “… a ser protagonistas de su propia historia, al conocimiento de sus deberes y derechos, así como de las normas que rigen el funciona­miento institucional escolar, participación en procesos de democratización; a enfrentar positivamente problemáticas conflictivas y sobre todo a desarrollar competencias co­municativas importantes para el diálogo y toma de deci­siones en cualquier nivel de vida”
William Manzanilla  "Milmayos"
Educador y poeta