Los lagos y los cisnes

Mujer:
Eres hermosa, princesa cordial, dulce y maravillosa, Dios hizo para tí con esmerado amor todas las rosas, para engalanar tu estirpe primordial, vital y  siempre primorosa.

Tu valía es para mí serena, palpitante y monumental, no puede medirse, va más allá de los esmeros de la piel, va más allá de lo que es el mar, los amaneceres, el vals, lL. Tus magníficos encantos, amada mía, no podrán nunca, en todo mi ser, extinguirse.
MILMAYOS

Los ochos cauces por los que discurren los vientos

Mujer:

Eres todo lo grato, lo diáfano y lo bello, en ti sobra lo hermoso, lo amable y lo excelso, eres hermosa, un rosal inmenso, cultivado por la pasión y los más puros sentimientos, eres un poema escrito a los ochos cauces por los que discurren los vientos, más allá del amor eterno y la voluntad fulgurante que prevalece en el clamor incansable de todos los tiempos.

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Entre lo tuyo y lo mío

Mujer:

Entre tu amor y mi amor, palpita atento un gran corazón. Entre tu Ser y mi Ser, se genera la felicidad de mundo, mujer. Entre tu piel y mi piel, soy yo quien sabe amarte, cada vez. Entre tus besos y mis besos, sucede todo lo puro, lo bueno y lo bello en el universo. Entre lo tuyo y lo mío, cantan selectas con su perfume las orquídeas y con su grandeza las montañas, los mares y los ríos. Eternamente, sin quimeras, sin penumbras, ni pesares, siempre, siempre, siempre, juntos, muy juntos, ... amor mío. 

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Indivisible belleza

Mujer:

Eres lo muy hermoso, y grato de las horas que atraviesan como a un lago los altivos cisnes y los momentos de la tarde, la brisa que hace fresca con suntuosidad inatrapable los senderos y jardines de las veredas, las plazas y las calles. Eres poesía que nunca pierde su indivisible belleza ni su esencia transparentada en un hermoso y muy cálido ritmo. Mujer encantadora, única y diáfana, quiero que estés muy feliz y soñadora, todo el tiempo, a cada rato, amorosa y atenta, siempre conmigo.

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El prodigio nunca escondido de un beso

Mujer:
Eres la más dulce y hermoseada realidad en el lienzo fecundo del amor, el ideal de la belleza que vive inspirada en la originalidad cabal de la flor. 

Eres lo mejor del cariño en su inigualable e irreductible expresión, no hay un amor profundo y verdadero como el que me entregas con inimaginable fervor. Un amor tan lleno de cantos, de una amorosa y amable musicalidad en su vital arrullo de perennidad y pasión. Eres el prodigio nunca escondido de un beso y un suspiro en su vital y enternecida conjunción, eres así la inspiración de mi calma, de mi poesía y de la guitarra de mi inextinguible canción de amor.

Eres el cariño y la alegría de mi Ser, que no se cansa de amarte, sin cesar. Eres el fresco suspiro, lo auténtico, lo verdadero y lo primordial, el amor más fiel y diáfano que nunca, nunca ha de terminar.

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