Mujer:

Vives en cada minuto mío, en las horas, en los prados y en los hermosos estíos. En el fervor que delinea el cauce esmerado y fervoroso del más vital de los ríos. Amada, mis besos y caricias te esperan con vehemente amor, para guarecerte siempre atento, siempre emocionado, feliz y apasionado del todo el frío.

Atte.

MILMAYOS