domingo, 21 de agosto de 2016

En tu cumpleaños número quince, hija mía ...


Eres la felicidad que Dios muy amoroso regaló a mi vida, hace hermosos quince años.
Has sido y eres tantas bendiciones a las vez, esmerados y excelsos parabienes, por eso si no te veo, yo con tristeza mucho te extraño.
Tanta dicha viene y van a través de tí, tú has re-significado con tanta alegría el sentido de mis mejores años.
Gracias hija, por ser de tanta inigualable primavera y sobre todo un sublime y siempre presente tesoro de luz.
Quiero de por vida, desde siempre y más allá de la eternidad, muy agradecido, ... seguir siendo tu papá.

MILMAYOS

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