mirada cara a cara

Siempre, dulce mujer de amor, te amo

cuando pienso en tí nada pasa en vano.

Mi emoción de enamorado de tu amor

solo la recrean las bellas notas de un piano,

solo a tí te amo, mariposa primaveral.

Voy al "Avila" a buscar todos los ramos

de las flores silvestres, feliz voy cantando

la canción de amor "oh, cuanto te amo".

Nada me llena tanto que verte biografiar

a chaplin, a mallarmé, al  “che” o a picasso.

Siempre, dulce mujer de amor, te amo

que mi afán ondea cuando voy paseando.

Silvestre siempre, yo te voy amando

como esas aves nacidas para el bien

y que en tu ventana viven anidando.

Y desde mi sed la pasión que por ti emano

tu voz una canción de amor va enhebrando,

mientras nos miramos cara a cara 

nuestras miradas se acoplan arrulladas 

en sutil embeleso tomados de las manos,

cerca del guitarrista ciego que vive sollozando 

con sus cuerdas por un mundo más humano,
 denunciando que el desamor al mundo lo devora
verdades de cuando un hombre ciego ... llora.
milmayos